En el mundo de contradicciones que vivimos ahora, es fácil quedar descolocado con los debates y sugerencias de lo correcto, lo ideal, lo esperable y lo necesario. Lo pienso por el bombardeo de información contradictoria a las que están sometidos quienes son potencialmente fértiles para engendrar hijos.
La insipiente comunicación de los avances de la Inteligencia Artificial ( y su probable desplazamiento de las personas en sus lugares de trabajo), de los peligros del crecimiento desproporcionado de la población mundial ( y la creciente dificultad de la agricultura para producir alimentos que cubran las necesidades nutricionales en el siglo pasado y el presente), de las dificultades para cuidar y mantener sanos a la población que se hace más anciana cada día que pasa ( hospitales, clínicas, hogares de acogida son insuficientes para cubrir estos crecientes requerimientos) y del calentamiento global ( con una progresión de daños a la atmósfera que augura un mal futuro para el planeta y quienes lo habitamos). Entonces las AFP, algunos candidatos presidenciales, algunos grupos empresariales manifiestan su preocupación por la baja Tasa de Natalidad en Chile; aun no me calza toda esa información con lo de la importancia de mantener un promedio de 1.5 a 2 hijos por mujer, no me calza con lo vulnerable de la madre en cuanto a cuidados postparto, ayudas en la crianza, medicinas, custodias de los hijos y otros cuantos etcéteras; entonces ¿quién entiende?.
Lo que he visto es que en ciudades donde se tiene el hábito de cerrar las tiendas a la hora de almuerzo caminan por las calles más mujeres embarazadas que en ciudades como las nuestras, donde ellas y ellos trabajan esas horas en el comercio e industrias, ¿serán las horas más fértiles esas? o ¿las horas más lujuriosas?. Siempre puede haber subjetividad en este tipo de afirmaciones y observaciones, por lo que sería bueno revisar estadísticas de esas ciudades, pero llama la atención.
Entonces, ¿a qué viene? presionar a nuestra juventud, y ponerles motes hirientes algunos, jocosos otros, para que se decidan a ser padres. habrá por parte de ellos o entre ellos alguna premonición o alguna intuición que les dicte no traer hijos al mundo. He oído decir que el hedonismo de las nuevas generaciones les impide desdoblarse y renunciar a sus sueños y proyectos, lo que hace incompatible la paternidad o maternidad; otros dicen que es el narcisismo lo que les impide romper o deformar su cuerpo (en el caso de las mujeres); otros postulan que es su incapacidad de vivir en pareja, y ceder en una relación, donde no siempre puedes hacer todo lo que tu edad y juventud te incita o unido a este mismo argumento su incapacidad de resolver conflictos, y más aún seguir al lado o seguir amando, a quién te pueda hacer llorar o pasar un mal rato, dejando de lado el orgullo. Puede ser una o todas o dos o tres de estas razones juntas las que podrían configurar este escenario en nuestra juventud de manera intrínseca; esa es una conjetura más.
Otra conjetura, es que en vista del ejemplo que sus padres hemos dado con nuestras relaciones parentales, nuestros fracasos, caídas, infidelidades, separaciones, pensiones impagas, falsas y verdaderas denuncias de abuso sexual, falsas separaciones para obtener créditos fiscales, ellos se asusten de elegir mal o equivocarse. No los culparía porque toda esa crudeza es de la que te enteras cada día, incluso superando la imaginación más desbordada.
Y las causas extrínsecas son todas las que enumero finalizando el segundo párrafo.
Lo que quiera que sea la o las causas merece algo más de estudio y elaboración, pero esos diagnósticos simplones no parecen ajustarse a la complejidad de la mente de nuestros jóvenes que son nativos digitales y están en el limbo con el mundo análogo que es el mundo que nosotros les mostramos y con el que quisimos educarlos; quizás en esto radique la razón de porque nos equivocamos con el mundo que viene, cómo estamos desactualizados de su lenguaje y usos digitales. Parece ser más lejano aún el lenguaje de los políticos, lo que creo se verá reflejado en la próxima elección presidencial por la falta de sincronía con lo que mueve a los que vienen detrás de nosotros a reemplazarnos.
